En 2004, nacimos como Red de Mujeres Chaparralunas por la Paz, pero nuestra lucha había comenzado mucho antes. Desde años atrás, desafiábamos al patriarcado en las instituciones políticas locales y levantábamos nuestras voces en defensa de los derechos de las mujeres indígenas y afrodescendientes.

Nuestras historias son diversas, pero compartimos un contexto social e histórico marcado por la desigualdad. En el Tolima, las oportunidades laborales para las mujeres son escasas, nuestra representación política es limitada y sufrimos la violencia basada en el género. Sin embargo, estas adversidades nos han unido en la tarea de tejer lazos que fortalezcan nuestra comunidad y nos impulsen hacia un futuro más igualitario y justo.